
SINCOPA2, ENSAMBLE GANADOR DE DOS PREMIOS EN EL 30° CONCURSO INTERNACIONAL DEL BAMBUCO
Por: María José Posada Venegas*
No es la primera vez que Sincopa2 protagoniza nuestras Notas de Facultad y no será la última. En esta ocasión, el ensamble ha sido el ganador de dos premios en el 30 Concurso Nacional del Bambuco, que se realizó virtualmente, como homenaje a Luis Carlos González.
Los galardones fueron el Gran Premio Instrumental del Bambuco Colombiano y el premio a Mejor Grupo Instrumental.

El Centro de Divulgación y Medios de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, felicita a los integrantes de Sincopa2 y a su director el profesor y maestro Ricardo Hernández Mayorga.1
Sincopa2 está formado por los violinistas Mario Andrés Pinto y Daniela Marulanda, el violista Andrés Felipe Felizzola, la flautista Luisa Fernanda Peña, el contrabajista Luis Felipe Calero, el violonchelista Raphael Ocampo y el guitarrista y tiplista Federico González. Hablamos con el maestro Hernández y con dos músicos del ensamble para que nos contaran sobre esta experiencia.
Daniela Marulanda Linares: Esta experiencia fue brutal. Nosotros estuvimos ensayando mucho, porque ya teníamos unas fechas estipuladas. Desde el principio del año teníamos claro que íbamos a concursar en este festival del bambuco, nos presentamos con la idea de ganar, aunque no sabíamos cómo era la competencia. Comenzamos a tener tres ensayos semanales, uno de nuestros compañeros nos inscribió. Teníamos que hacer un bambuco de tres, otro de nuestra elección y si llegábamos a pasar, los dirigentes del concurso nos pasaban el tema que tendríamos que interpretar de manera obligatoria. Fue arduo, un poco difícil; el trabajar con tantas personas es complicado. Acordar horarios, estar todos en la misma tónica, pero lo logramos, dejamos un día para grabar, hicimos tres tomas del que pensamos que iba a salir y del otro también. Le metimos todo a esas dos obras y esperamos la lista de semifinalistas.
Andrés Felipe Felizzola Severiche: Yo no tenía otra experiencia en concursos de ese estilo, excepto el de Cajicá2, entonces era extraño por el tema de la virtualidad, pero nos explicaron cómo iba a ser. Teníamos que enviar video para la selección, después video para la primera ronda, otro para la semifinal y por último otro para la final. Fue retador en cuanto a que teníamos que encontrarnos y dedicarle tiempo al ensamble para intentar depurar la música, trabajarle bien, a los detalles que en el momento de la grabación dieran un buen trabajo, responsable y bonito. Ha sido muy diferente, porque en lo presencial uno espera los nervios, el estar con el público, pero en esta ocasión fue sólo enviar videos y esperar la respuesta de los jueces. Fue una mezcla de muchas emociones, sentimientos e incertidumbres.
CDM: ¿Cómo han venido trabajando, en particular en la pandemia?
Daniela Marulanda Linares: Nosotros empezamos en el segundo semestre de 2019, gracias a que el maestro Ricardo Hernández, un día, se presentó a un concierto de nuestro grupo. Era con otro formato, un sexteto y teníamos un oboe, tocábamos música colombiana y nos dirigía el maestro Julio Gutiérrez. El maestro Ricardo nos vio, nos dijo –este puede ser un buen grupo para hacer lo que yo quisiera, que es la continuación del grupo Sincopando - que fue muy importante hace unos 30 años. En ese momento no teníamos las expectativas que tuvimos ahora, era más que todo tocar con nuestros amigos y tocar música colombiana que a todos nos gusta mucho. Llegó la pandemia y fue difícil encontrar la manera de ensayar, estuvimos casi un año sin vernos, hasta que pudimos estar juntos en un espacio fuera de la Universidad, con tapabocas, para poder grabar nuestros videos. Hicimos nuestra página de Instagram3 y empezamos a subir esos videos. Ahí las personas nos empezaron a conocer. Fue difícil al principio, entonces, pero luego todos logramos encontrar la forma de establecer la responsabilidad y el compromiso con el grupo, de vernos, de encontrarnos y seguir avanzando musicalmente.
Andrés Felipe Felizzola Severiche: Yo entré de lleno al grupo en el 2020 y justo empezó la pandemia. Hicimos un ensayo en la Universidad y a los dos días todo se cerró. Yo no los conocía tanto, los había visto en la Universidad, pero no era parte del grupo. Tenemos entonces una claqueta que es la que nos marca el ritmo y sobre esa claqueta tocamos nuestras partes, que después Luisa editaba porque era la encargada de hacer los videos que teníamos que subir, porque además la Universidad nos pedía unos tres videos semestrales. Era extraño, porque la música se hace en interacción con otras personas, entonces hacerlo con una claqueta y grabarte y no saber cómo va a sonar era arriesgado. Pero aun así hacíamos reuniones con el maestro, él nos explicaba la música, nos daba clases virtuales, nosotros tocábamos, él nos daba recomendaciones y después de eso grabábamos y mostrábamos los videos. Son muy bonitos y se ve el proceso, al principio no eran tan buenos y luego fueron saliendo unos bacanos, que son los que están en el canal de Youtube4. Ya al final decidimos reunirnos porque si queremos hacer ensamble tenemos que interactuar. Nos reuníamos de manera presencial y con el maestro en forma virtual, e íbamos entablando una relación como de familia. En una familia hay disputas y encontrones, pero es una relación muy bonita que ha ido creciendo y que nos ha ido enseñando a ser mejores personas y mejores músicos.
Daniela Marulanda Linares: Me gustaría recalcar que nosotros no éramos tan amigos antes de la pandemia, pero gracias a ella y lo que vivimos en la virtualidad, nos conocimos más y afianzamos la amistad que tenemos ahorita, que yo creo que nos ayuda mucho en la música que expresamos.
CDM: Profesor Hernández ¿podría contarnos un poco sobre el momento en que usted descubrió que estos estudiantes tenían el potencial para formar un ensamble?
Ricardo Hernández Mayorga: Fue en uno de los conciertos de música colombiana, antes de la pandemia, en la Universidad. Yo ya estaba trabajando como profesor de música colombiana y de música de cámara en el Conservatorio y me surgió la idea de retomar el formato, que era muy parecido al que yo tuve en Sincopando, hace 32 años. También gracias al maestro Lenin Felipe García, que estaba en ese momento dirigiendo el Conservatorio, quien quería renovar la idea de contar con música colombiana en el Conservatorio. Hablé también con la maestra Gloria Millán, quien era flautista de Sincopando en su momento y ella se mostró interesada en que los arreglos de Sincopando no se quedaran en un baúl.

CDM: ¿Cuál es el repertorio del ensamble Sincopa2? ¿Es música tradicional folclórica únicamente?
Daniela Marulanda Linares: Nosotros iniciamos tocando un tema que se llama Dos Gaitas, que simula las ruedas de gaitas de la costa; también tenemos una Zumba que zumba5, que es de los Llanos Orientales, como un joropo; tenemos música del Pacífico, como Mi Buenaventura6, la Cumbia Cienaguera7, que yo no la conocía hasta que la empezamos a tocar; y Boquita Salá’8 que también es súper famosa. No nos centramos muchos en la música tradicional andina, aunque tenemos más que de otros ritmos. Es complicado arreglar para nuestro formato temas de cualquier tipo de música colombiana y hay pocas partituras.
Andrés Felipe Felizzola Severiche: En general el repertorio que tenemos actualmente es en su mayor parte centrado en bambucos y pasillos, pero tenemos los ritmos que mencionó Daniela, música del Caribe, música del Pacífico, música de los Llanos Orientales. Queremos tener un repertorio de música colombiana y Colombia es muy rica musicalmente, desde San Andrés hasta Nariño uno puede encontrar un sinfín de géneros y como los instrumentos que nosotros tenemos son sinfónicos: dos violines, una viola, un chelo, un contrabajo, y también una flauta traversa y un tiple, que Federico a veces intercala con una guitarra, tenemos que hacer una adaptación musical para poder interpretar de manera fiel la música de cada región. Estamos intentando encontrar maneras de hacer arreglos, de preguntar a algunos compositores si nos puede apoyar con los arreglos, interpretamos el repertorio del maestro Ricardo, que fue integrante de Sincopando. Queremos crecer y que nuestro repertorio no sea solo de la región andina, sino que incluya muchos ritmos del país.

CDM: ¿Todos los integrantes de Sincopa2 son estudiantes del Conservatorio de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia?
Andrés Felipe Felizzola Severiche: Rafael ya se graduó este año. Los demás somos estudiantes todavía.
CDM: ¿Los que están estudiando han optado por perfeccionarse en un instrumento o alguno se ha interesado en la dirección, en la composición o en la pedagogía?
Andrés Felipe Felizzola Severiche: Felipe Calero, que es el contrabajista, está en el énfasis de dirección. No sé cómo llegó al grupo.
Daniela Marulanda Linares: Esa es una amistad de años. Yo conocí a “Cali” desde antes de entrar a la carrera, en el Programa Básico. Éramos muy amigos, con Federico también, que estudia música con énfasis en pedagogía musical. Él aprendió tiple por nosotros, por intentar tocar música colombiana porque en el Conservatorio a él no le enseñan tiple. Él tomó clases en la Luis A. calvo. Nosotros empezamos este grupo para tocar con nuestros amigos, y le dijimos a “Cali”, a Luis Felipe, y así llegó al grupo.
CDM: A partir de los reconocimientos que han obtenido y de que el grupo ya se ha hecho a un nombre ¿reciben invitaciones para participar en festivales, o hacer conciertos?
Andrés Felipe Felizzola Severiche: Yo nunca, como cartagenero, me imaginé haciendo música andina, y menos tocándola con una viola. Eso para mí fue como - ¿qué está pasando? - fue impactante. Obviamente tengo que conocer más porque en la costa uno no escucha muchos bambucos, muchos pasillos, uno es más cumbia, más fandangos, más porros, más vallenatos. Entrar a un grupo así, de música tradicional colombiana, le abre un mundo de ritmos. Nuestra idea no es sólo ganar concursos, porque la intención de la música no es ponerla a merced de la competitividad, sino elaborar algo muy sofisticado para el deleite de nosotros como artistas y de todas las personas. La consecuencia de cosechar el trabajo, de recoger sus frutos, son los premios, que han sido inesperados, pero la idea es llevar este trabajo a conciertos, a presentaciones, tener interacción con el público, mostrar lo que estamos haciendo. También hemos pasado por el Museo Nacional y queremos seguir en contacto con la Luis Ángel Arango, con el Julio Mario Santo Domingo. Queremos seguir madurando musicalmente como ensamble.
Daniela Marulanda Linares: La Universidad se ha mostrado muy orgullosa de nosotros y eso es muy bonito. Siempre que pasa algo mandan a los medios cosas como Orgullo UNAL. Las cosas que logramos por fuera es porque nosotros las buscamos. Sería chévere que hubiera más difusión, sobre todo con este último concurso que, si me preguntan, yo no esperaba mucho de él, porque no sabíamos con qué otros grupos íbamos a competir. Pensé que iba a ser muy complicado y lo fue. Ganarse el Gran Premio Instrumental, para mí, ha sido uno de los grandes logros de mi vida, el más grande logro, como persona y como grupo también.

Fotografía de Juliana Peña Ojeda - DRA
CDM: Profesor Hernández, ¿en qué nivel está Sincopa2? ¿Está superando el nivel de Sincopando?
Ricardo Hernández Mayorga: Ellos han logrado un ensamble tanto musical como humano, es un grupo muy valioso. Van muy bien, muestra de eso son los premios que han ganado, el del año pasado en Cajicá y este del Concurso Nacional del Bambuco, que es uno de los concursos más importantes de música colombiana.
CDM: Hablemos ahora de públicos, ¿quién los está oyendo? ¿hay jóvenes como ustedes en sus audiencias?
Daniela Marulanda Linares: Voy a hablar primero del Conservatorio y después de mi entorno. Yo he visto que en el Conservatorio se ha incentivado mucho esto de la música tradicional colombiana, más que antes y eso me alegra muchísimo. En la Universidad nos ofertan tener un ensamble de música colombiana, o de barroco o de música contemporánea, y yo creo que antes no se tomaban en serio esas materias pero que últimamente ha tomado mayor importancia éste de Música Tradicional colombiana, gracias a los maestros que están enseñando en el Conservatorio. Yo siento que ha tomado impulso tocar música colombiana tradicional, conocer la historia, cómo comenzó. En términos de gente externa, por ejemplo, mis primos que son contemporáneos míos siempre están alegres con la música tradicional, me dicen que toco muy bonito, me piden boletas para los conciertos; tengo una amiga que estudia filosofía en la Universidad Nacional y ella no sabía nada de música colombiana. Yo la empecé a instruir y ahora le gusta mucho. De una u otra manera el tener personas alrededor de nosotros, de los jóvenes que tocamos música tradicional colombiana, ayuda a incentivarla.
Andrés Felipe Felizzola Severiche: Mi familia ha dicho - ¿por qué vas a estudiar música? Ponte a estudiar otra cosa-. La mentalidad es muy conservadora, la música es vista sólo como hobby. Yo dije -voy a hacer lo que me gusta hacer- y me di cuenta de que la música popular tradicional, es un mundo infinito de conocimiento y de una riqueza armónica y melódica infinita también. Ahora que mi familia me ha oído, ya piensa que es chévere que es bacano lo que estoy haciendo. Para mí era desconocida, yo escuchaba por ahí a Adolfo Mejía, no era tan purista, pero más allá de eso no tuve la oportunidad nunca de escuchar tríos, estudiantinas, los ensambles tradicionales. Entonces ahora que me escuchan les ha interesado un poco más y mis amistades me dicen –es bonito eso que tú estás haciendo-. Como jóvenes tenemos también esa misión, de divulgar, no sea solo de los catanos. Debería ser algo más natural el oír música colombiana tradicional.
CDM: Es extraño que estos jóvenes, al menos Luis Felipe, nos digan que desconocían la música tradicional colombiana, en particular la andina.
Ricardo Hernández Mayorga: Se ha perdido en las familias el escuchar música colombiana y los jóvenes tienen muchas influencias de ritmos foráneos. Pero es nuestra misión y lo digo como profesor y como músico colombiano tratar de conservar y cultivar en los muchachos y muchachas el amor por la música colombiana que tiene elementos valiosísimos tanto en la parte rítmica como en la melódica y la armónica. Cuento ahora con el apoyo de la maestra Bibiana Ordoñez, directora actual del Conservatorio, para que los y las jóvenes en formación académica también tengan acceso a la música colombiana. Esto les da unos recursos valiosísimos en su formación como músicos profesionales. Lo digo por experiencia propia, yo llevo 30 años en la Orquesta Filarmónica de Bogotá, y todo este bagaje que he tenido en la formación en música colombiana, en músicas populares, me ha ayudado muchísimo en mi desempeño profesional dentro de la Orquesta.
CDM: ¿Cómo hacer para que la música de estos y estas jóvenes sea escuchada por público de su generación?
Ricardo Hernández Mayorga: Es misión de todos los músicos que la música llegue a los públicos. Con ellos hemos insistido en hacer un trabajo didáctico, que no sea sólo llegar y tocar en el concierto, sino que también se explique un poco sobre los ritmos, las influencias, las regiones, y esto atrapa mucho al auditorio y hace que la gente se interese por la música colombiana.
CDM: Daniela y Luis Felipe, ¿ustedes han pensado en componer?
Andrés Felipe Felizzola Severiche: A mí me cuesta un poco componer, me gusta más improvisar. Yo como compositor no me veo futuro. ¿Interpretar? todo lo que me pongan. Me gusta más.
Daniela Marulanda Linares: Yo desde que era niña, desde el colegio, me gustaba escuchar la música tradicional colombiana. Ahora que está pasando todo esto con Sincopa2 me llegó una oportunidad de tomar unas clases que está dando el CREA, de IDARTES, que se llama Arreglos y composición de música tradicional colombiana. Ya compuse un pasillo y estoy terminando un bambuco. Espero seguir haciendo eso. Y también espero hacer arreglos para mi grupo, siento que tengo muchas ideas. Mi pasillo se llama “Qué vaina, ala”, así súper cachaco, lo más cachaco posible y lo quiero arreglar, ya se lo propuse a un compañero, pero no se lo he dicho al resto. Hasta que quede bien bonito y se los pueda mostrar y de pronto podamos concursar con una de mis obras. Yo no soy compositora, es como un laboratorio de ideas que plasmo en la partitura y espero que quede bien.
Ricardo Hernández Mayorga: He tratado de llevarlos por el camino de la composición y motivarlos, porque para formatos como éste no es fácil conseguir la música escrita. En su momento, con Sincopando, yo me tomé el trabajo de hacer los arreglos porque lo que encontramos en música colombianos son arreglos para trio instrumental de tiple, bandola y guitarra; para orquesta típica de cuerdas pulsadas, pero para cuerdas frotadas, el formato de quintero de cuerdas frotadas, que el clásico, no existe mucho material.

Ricardo Hernández Mayorga: De cierta manera estos muchachos son privilegiados, porque se les está dando esta riqueza, porque es de una variedad grandísima. Yo trato de incluir durante el semestre que hagan un recorrido musical por Colombia, no sólo por la región andina, sino que trabajen también la música de la costa Caribe, de la región del Pacífico, de los Llanos Orientales y de la región insular también, en donde hay ritmos valiosísimos.
CDM: ¿También se acercan a la música de los compositores sinfónicos nacionales?
Ricardo Hernández Mayorga: Siempre tratamos de que conozcan los pilares, tenemos música de Luis A. Calvo, que como fue compuesta para piano debemos hacer los arreglos; de Fulgencio García, de Francisco Cristancho Camargo y que conozcan el bambuco antiguo, escrito en un compás de ¾ que se siente como un bambuco atravesado, que es lo que le da la fuerza al bambuco. Es difícil al momento de hacer la lectura de la partitura, pero es muy sabroso tocar bambuco atravesado.

CDM: ¿Han pensado en integrarse con agrupaciones de otra índole? ¿Hacer fusiones?
Andrés Felipe Felizzola Severiche: Lo interesante de la música colombiana es que se presta para muchas cosas. Hay grupos de jazz, de rock, sinfónicos, barrocos que fusionan con música colombiana. Sería Interesante, hemos tenido ensayos en los que tocamos un repertorio y pensamos que sería chévere tocar con un grupo barroco.
Ricardo Hernández Mayorga: Es un trabajo que hay que iniciar y es largo y duro, pero la idea está ahí y hay que trabajarla. Tenemos la orquesta del Conservatorio y es una buena idea que ellos puedan hacer una fusión del Ensamble con una orquesta como esta, que está a la mano.
Escuchen la música de Sincopa2 en Instagram.
Más sobre el 30 Concurso Nacional del Bambuco 2021.
* Comunicadora Social y periodista. Guionista de tv y escritora.
1 Maestro en dirección sinfónica. Cofundador, director y arreglista del grupo de música colombiana Sincopando. Fue director de la Orquesta Sinfónica Javeriana, solista con la Orquesta Filarmónica de Bogotá (OFB), institución a la que pertenece. Primera viola en la orquesta conformada por los conservatorios de Gent (Bélgica), Tilburg y Maastricht (Holanda). Ha sido el director musical de las dos versiones del Festival Interuniversitario de violistas realizado en Bogotá en los años 2010 y 2011. Forma parte del cuarteto de cuerdas Manolov, ha sido el director de la Orquesta de Violas del festival desde que se creó en el año 2010 y en 2019 dirigió por primera vez la Orquesta Infantil y Juvenil de Violas.
2 Ver nota sobre el concurso en referencia en artes.bogota.unal.edu.co/cdm/notas/n199
4 youtube.com/channel/UCRlQo2maZETo9DixByxvyFw
5 Ritmo y canción venezolana, de ésta se atribuye su autoría a Pedro Pablo Molina.
6 Currulao de Petronio Álvarez.
7 Cumbia cuya autoría original es de Andrés Paz Barros (música) y Humberto Díaz Granados (letra) con el título de La cama berronchona e interpretación de Luis Enrique Martínez. La letra fue adaptada por Esteban Montaño para Discos Fuentes con el título de La Cumbia Cienaguera. La autoría está dividida entre Paz, Martínez y Montaño.
8 Porro de Pacho Galán.