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Centro de Divulgación y Medios
Notas de Prensa

COLECCIÓN DEL TEATRO DE MARIONETAS DE JAIME MANZUR, BIEN CULTURAL DE LA NACIÓN.

Por: María José Posada Venegas*

Corría ya bien entrado el siglo pasado cuando Jaime Manzur, un joven ecuatoguineano, hijo de padre libanés y madre colombiana, creó una compañía y escuela de teatro de marionetas en Bogotá. Hoy, sus actores de madera articulados, son Bien de Interés Cultural Nacional.

Jaime Manzur y sus marionetas Pinocho y Gepetto. Fotografía cortesía de la Fundación Jaime Manzur

El pasado 12 de mayo, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural aprobó la solicitud del maestro Jaime Manzur, de declarar la colección de marionetas, vestuario, telones, carteles (incluso los que Manzur hiciera a mano), bocetos, y grabaciones de música y voz de su Fundación, como Bien de Interés Cultura del ámbito Nacional. El maestro, fallecido en 2019, no alcanzó a ver cumplido su sueño de que sus creaciones fueran consideradas un legado de importancia nacional.

Junto con el Laboratorio de Estudios de las Artes y el Patrimonio - LEAP - de la Facultad de Artes de la Universidad de los Andes, Jaime Manzur empezó a trabajar en 2016 en el proyecto de conservación de sus creaciones. En entrevista disponible en https://facartes.uniandes.edu.co/patrimonio/las-marionetas-de-jaime-manzur-son-patrimonio-cultural-de-la-nacion/ el maestro Manzur manifestaba que había esperado mucho tiempo para lograr su anhelo, pero que la “gota taladra la piedra”. En realidad, esa persistencia característica de Manzur logró grabar, no en piedra sino en decreto, sus largos años como artista integral que fue.

El Centro de Divulgación y Medios de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, conversó con Francisco Piedrahita, director artístico de la Fundación Teatro de Marionetas Jaime Manzur, y quien acompañara a Manzur durante 30 años de vida artística.

Fotografía cortesía de la Fundación Jaime Manzur

CDM: Esta idea de que la colección del Teatro de Marionetas de Jaime Manzur fuera propuesta como Bien Cultural de la Nación ¿cómo se cristaliza?

Francisco Piedrahita: Esto surge hace unos seis años, cuando estaba de Ministra de Cultura Mariana Garcés, quien decía que la labor del maestro Manzur no podía perderse. Entonces el grupo de personas de Patrimonio, del Ministerio de Cultura nombra a un grupo de personas y contrata a la Universidad de los Andes y desde entonces se vino trabajando, recogiendo pieza por pieza, marioneta por marioneta, escenografía por escenografía, vestido por vestido, para tomarles una serie de fotografías.

CDM: Francisco ¿cuál es la diferencia entre el espectador que va a ver las obras y el visitante que va a ver las colecciones?

Francisco Piedrahita: Esas dos instancias seguirán existiendo, tanto la del espectador que viene a ver la función, como la de quien viene a conocer la colección porque ésta está a la mano, no la queremos dividir. Un espectador puede hacer una visita guiada para ver cómo se guarda todo el mobiliario, el vestuario, los telones, que están vivos. Queremos que sea interesante para los niños y niñas de los colegios también, para que vean las raíces de cómo se formó todo esto. Que no es que se sacaron y articularon unos muñecos y se pusieron en la escena, sino que hay una trayectoria. Aparte de eso hay unos conversatorios sobre la vida y obra del maestro Manzur.

CDM: ¿Existe la historia de cada pieza?

Francisco Piedrahita: Claro. La Universidad de los Andes está por sacar un libro, que no conozco todavía, en el que se hizo el recuento fotográfico de la colección y su historia, de cada pieza, porque Jaime contaba cómo nació Pinocho, cómo se hizo Aída, por qué Turandot, por qué La Traviatta, por qué Peter Pan. Él contaba por qué y para qué creó cada marioneta y a dónde quería llegar con esa obra. Porque todas sus obras tenían un fondo. Un fondo artístico, uno visual, uno auditivo, uno musical, en donde se compaginaban todas las artes, la pintura, la escultura, la música, la danza, la coreografía.

Fotografía cortesía de la Fundación Jaime Manzur

CDM: ¿Cuál es la pieza más antigua de la colección?

Francisco Piedrahita: Pinocho, que antes era Aída.

CDM: Se transformó…

Francisco Piedrahita: Primero hizo a Aída, pero luego dijo –voy a hace una Aída más bonita, una morena, pero no puedo perder esta figura – entonces la fue transformando. Jaime era uno de los grandes recicladores del país y del exterior, si no te servía una florecita a ti –no, venga para acá, esa flor me sirve a mí para escenografía-, transformaba mucho los elementos. Como era tan preciosista, si el moñito ya no le gustaba, le ponía otra cosa. Decía que los niños que para los niños que asistieran a su teatro él no podía ser tan frío, decía –yo puedo hacer para mí y para los adultos una Blancanieves con una cinta blanca y siete cintas de colores, que para mí puede ser Blancanieves y los Siete Enanitos, pero para los niños no, ellos quieren ver el muñeco que brinca, que salta, que es regordete, que es narizón, ojón, todo eso, y quieren ver es un paisaje, no les puedo meter cosas que no son, porque bajo mi responsabilidad está la estética con que se va a criar el niño, y su conexión a futuro con la cultura--.

CDM: También se hace evidente ese sentimiento de personificación de cada figura, no están creadas en serie.

Francisco Piedrahita: Hay una base, el ser humano. Pero como tales somos diferentes, entonces Jaime transformaba. Hay por ejemplo seis tipos de príncipes, con rasgos diferentes, a cada uno se le daba su personalidad, como a los brujos, como a las hadas, como a los animales, las ovejas, los dragones. A cada uno le daba su toque.

Fotografía cortesía de la Fundación Jaime Manzur

CDM: ¿Qué representa para la Fundación en tiempo, inversión, esfuerzos, el hacer que esta colección esté cuidada, tenga un espacio para el recorrido visual de los visitantes?

Francisco Piedrahita: Como esto se ha hecho durante la pandemia, aún no está terminado, porque vamos a hacer un museo. Nos falta organizarlo, porque económicamente tiene un costo, ya que el reconocimiento como Bien de Interés Cultural de la Nación no es en dinero. Nos estamos preparando para buscar recursos con los proyectos que convoca el Ministerio de Cultura, porque se necesita adecuar el espacio y el acompañamiento de alguien que sepa de museología, de iluminación, de estructura. Por ahora no tenemos los recursos. Para la investigación nosotros contratamos mucha gente como los marionetistas, para sostener las marionetas, y al director de vestuario, y el Ministerio a su vez contrató a la Universidad de los Andes. Ahora lo importante es fortalecer la Fundación para preservar la colección y continuar la obra de Jaime Manzur.

CDM: Una vez que la colección se reconoce como Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional, ¿cuál es el papel de la Fundación?

Francisco Piedrahita: Quedamos dos personas a cargo de esto. Germán Durán, que es el director de vestuario y responsable de mantenerlo, yo soy el responsable de mantener las marionetas, velar por la escenografía y que la Fundación siga la trayectoria que tiene, con las presentaciones. No es solo que se nombre Patrimonio, sino que esté latente, vivo y custodiado, no muerto en un baúl. Con eso gana el maestro Manzur por su reconocimiento, gana Colombia porque tiene otra cosa que mostrar en el ámbito artístico, y gana la Fundación al reconocerla como custodia, pues va a amparar esa trayectoria del maestro Jaime Manzur.

CDM: ¿Qué viene ahora para la Fundación y la colección?

Francisco Piedrahita: La idea es que la colección se siga enriqueciendo, segundo que siga viva, porque sí, muy linda ahí colgada, pero ¿cuál es su función?: educar, divertir, llevar mensajes y que la gente, el público se apropie de la colección. Nos importa mucho que los espectadores se apropien, como se apropia la gente de una gran catedral, de su gran Universidad, de sus monumentos, que sea parte de los colombianos y salga al exterior y muestre que estamos a la altura de Salzburgo, Italia, Francia, en donde una de las visitas obligadas es a los grandes museos de marionetas que son parte de la cultura de cada nación.

Fotografía cortesía de la Fundación Jaime Manzur

CDM: ¿Cuáles son los proyectos a corto plazo, además de este del museo de marionetas?

Francisco Piedrahita: Nosotros no hemos parado, pero necesitamos el apoyo, como este de ustedes para seguir con la labor. Estamos dictando conversatorios sobre las marionetas y el arte de la marioneta, y el año pasado con Idartes y el Ministerio de Cultura llegamos a colegios distritales durante la pandemia. No nos sentamos a llorar, hay que seguir adelante. Estos legados son muy lindos, pero hay que buscarles recursos para mantenerlos, si n nos apoya la empresa privada, si el público no se apropia de su teatro, se moriría. Para el mes de agosto ya tenemos programación, y vamos a hacer un plan gradual de dos domingos al mes mientras vemos cómo avanza el proceso de vacunación, pues nuestra sala es pequeña y con el 10 por ciento de aforo no tenemos punto de equilibrio.

CDM: La trayectoria del maestro Jaime Manzur es extensa y prolífica, podríamos escribir no sólo cientos de notas, hasta varios libros con cada una de las artes que cultivó y en las que se destacó. Hoy les tocó el turno a sus marionetas.

Invitamos a nuestros lectores a conocer la obra de Jaime Manzur, a visitar la Fundación y disfrutar de las funciones, por ahora virtuales mientras sube de nuevo el telón y caen nuestras máscaras obligadas de la pandemia.

Más información en https://fundacionjaimemanzur.com.co/ y en

https://www.youtube.com/c/FundacionJaimeManzur/videos


* Comunicadora Social y periodista. Guionista de TV y escritora