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Centro de Divulgación y Medios
Notas de Prensa

OTRA MIRADA A LA OBRA DE DAVID CONSUEGRA

Por: María José Posada Venegas*

El próximo 25 de junio, el profesor Carlos Martín Riaño, diseñador gráfico, especialista y maestro en Diseño Multimedia de la Universidad Nacional de Colombia, de la que es profesor asociado en la Escuela de Diseño Gráfico, presentará la Conferencia Magistral Pública “David Consuegra. Pionero como Diseñador/Autor de libros Infantiles en Colombia”, conducente a optar a la categoría de Profesor Titular.

Carlos Riaño es además un reconocido ilustrador de libros infantiles y de afiches en Colombia. Ha publicado libros y artículos sobre estos temas.

Con el ánimo de conocer más de cerca el tema de la conferencia, el Centro de Divulgación y Medios – CDM – de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia, entrevistó al profesor Carlos Riaño.

CDM: ¿Por qué el interés por abordar esta faceta de David Consuegra?

Carlos Riaño: Podría pensarse que la obra de David Consuegra es de interés únicamente al interior de la Universidad Nacional de Colombia, en donde fue profesor, pero no es así en varios sentidos. Primero por la trascendencia de su obra, reconocida nacional e internacionalmente.

Pionero de esta disciplina y de la formación de los diseñadores colombianos, pues luego de graduarse en el exterior en los años 60, vino a fundar una de las primeras escuelas de diseño1. Era una persona muy integral, muy completa en su formación, que, aunque era un gran artista, estableció claramente las pautas de la disciplina del diseño; tenía muy claras las distinciones entre arte y diseño.

CDM: Usted, que fue su alumno ¿le escuchó hablar de esas diferencias que hallaba entre el diseño y el arte?

Carlos Riaño: Tuve el privilegio de ser su estudiante y en sus clases en taller, a comienzos de mi carrera, era muy enfático en distinguir –esto es lo que hacen los artistas y aquí estamos los que hacemos diseño gráfico – desde las mismas prácticas del oficio hasta la manera de concebir los proyectos. Era vehemente en esa visión.

CDM: Volviendo al tema de la conferencia, en donde abordará al David Consuegra ilustrador y autor de libros infantiles ¿por qué poner el foco en esa área?

Carlos Riaño: Me llamó la atención cómo una persona que aportó a lo sustancial del diseño, que era el crear marcas, la comunicación visual, los carteles, áreas grandes del diseño, les haya dedicado tanto interés a los libros para niños.

Veo entonces dos cosas, una vocación de ser profesor que quizás lo llevó a pensar en educar a los niños, así que sus libros tienen esa intención. Su relación con Paul Rand, uno de los grandes diseñadores, de quien fue asistente en su estudio y quien seguramente le hizo ver el valor de los libros infantiles.

Tomado de la página http://davidconsuegra.com/

CDM: Y además de cierto tipo de libros infantiles ¿verdad?

Carlos Riaño: Los libros álbum. Sobre todo, la colección Máximas Mínimas. La distinción allí es que no todos los libros para niños deben estar al servicio de educarlos, sino que hay un espacio de libertad, de expansión, de significación, pues el libro infantil, como toda literatura, es un espacio para el encuentro con temas humanos, de una manera más amplia y la exploración de los temas con los niños en el libro álbum exige ser muy cómplice y muy cercano, pues plantea un diálogo con el lector de una manera mucho más simbiótica en donde la imagen no acompaña al texto sino que se crea entre ambos elementos un sentido único, no se puede prescindir de uno o de la otra.

A veces los libros ilustrados para niños pueden prescindir de un texto escrito, pueden no tener letras y las imágenes están narrando las historias, pero en todo caso la ilustración en el libro se hace imprescindible cuando se trata de establecer con el lector esa complicidad, esa lectura comprometida.

CDM: Además de la influencia de Paul Rand ¿encontró usted otras influencias en esta veta artística de Consuegra?

Carlos Riaño: Yo quiero mostrar en la conferencia que él fue un hijo de su época. Hay un contexto latinoamericano en donde empieza a haber un auge en la producción de libros infantiles con un sentido más profesional, con un sentido de la infancia más puntual. Había ciertos antecedentes, la reforma educativa y la celebración del Año Internacional del Niño, por la época de los 70; el auge de las editoriales debido al empuje de programas estatales en la región, para promover la lectura y, a través de ella, temas de identidad local. Era un ambiente interesante para ilustradores y autores como David Consuegra, que estaba haciendo muchas cosas de diseño, pero también libros infantiles.

CDM: En un autor como Consuegra, que separa claramente diseño y arte, y que ejerce rigurosamente su profesión de diseñador gráfico y por ende trabajos por encargo ¿habrá una necesidad de crear como artista y por ello de dibujar para ilustrar su propia obra?

Carlos Riaño: Esa pregunta es muy aguda, muy interesante, Yo pienso que sí, que él cuando llega a estudiar a Estados Unidos y en sus cursos, en donde explora las técnicas de reproducción gráfica, en fin, el hace obra gráfica, dibujo, es un gran dibujante, un artista. En el diseño vio una utilidad social, pensando en el lugar del diseño en la comunicación, delimitando muy bien los territorios del diseño, pero lo que dices de ese desdoblamiento hacia una parte de sí más artística, más expresiva, eso puede darse en esos libros infantiles, en los que además escribió los textos. También en las portadas de libros, en los carteles. Además, tenía sensibilidad musical, cantaba ópera, era un artista muy integral. Pero en la conferencia quiero destacar cómo imprimió ese rigor del proyecto de diseño, al libro infantil.

CDM: Y en particular al libro álbum del que hemos venido hablando.

Carlos Riaño: Él entiende muy bien que el libro álbum es esa integralidad de forma, estructura, formato, tipografía, imagen, color, y la vuelca al libro como proyecto gráfico. Entonces sí hay esa libertad, sí hay esa expresividad, pero con el rigor del proyecto de diseño y entonces logra integrar las estructuras del diseño a la parte expresiva. Tiene ilustraciones cuyos rasgos, para la época, son de vanguardia y que se mantienen vigentes. Tenía mucha información visual, conocía a los ilustradores, en las revistas que publicaba reseñaba también obras de ilustradores de libros infantiles que no teníamos tan presentes, a los que nos acercaba.

Tomados de la página http://davidconsuegra.com/

CDM: Es muy interesante esta mirada diferente sobre Consuegra y su obra, pues esta (tanto como él) es un referente, aun cuando uno no sepa que lo es, nos referimos a imágenes icónicas como los logotipos de Inravisión, del Museo de Arte Moderno, del Museo del Oro, de Artesanías de Colombia o de la Corporación Colombiana de Turismo por mencionar algunos muy conocidos para la gente en general, y otros para nuestra comunidad académica como los de la Escuela de Bellas Artes, la Facultad de Artes y la Editorial de la Universidad nacional de Colombia

Universidad Nacional. Logotipos de la Escuela de Artes (1968), la Facultad de Artes (1980) y la Editorial Universidad Nacional. Tomados de http://davidconsuegra.com/

Carlos Riaño: En muchos aspectos del diseño la figura singular de quien diseñó queda oculta, se subyuga al objetivo del diseño. En un tema de identidad visual o de señalética, temas críticos del diseño, no es tan deseable que la impronta del diseñador esté, sino que esté al servicio de la comunicación. Sin embargo, está la tensión de que, de todos modos, porque el diseño involucra un valor estético, siempre hay lugar a la subjetividad del autor, aunque se diluya dentro del diseño en sí mismo. David Consuegra y los diseñadores de su generación dieron pautas muy estructuradas para nuestra disciplina.

CDM: ¿Qué podría estar pensado hoy David Consuegra, sobre estas posibilidades de contar historias ilustradas para una infancia que logró en las últimas décadas ser vista en plenitud como sujeto de todos los derechos?

Carlos Riaño: Sin duda él seguiría haciendo libros para niños porque, de hecho, dentro de su trabajo hay libros inéditos. Generosamente, Zoraida Cadavid, quien fue su esposa, me invitó a su casa para mirar archivos del maestro y tiene una caja con artes originales de un libro que estaría listo para impresión hoy. Pero seguiría haciendo libros infantiles no sólo por los que le quedaron pendientes sino también porque la mirada hacia la niñez hoy es compleja en todo este tema de ese supuesto desplazamiento del libro por otros medios, por videojuegos, él estaría muy pendiente de eso porque era muy curioso, muy inquieto por estos temas y por la educación. Creo que le preocupaba la formación de la sensibilidad, algo que atraviesa sus libros es ese interés por formar una sensibilidad artística en los niños, para que a través de ella miraran el mundo.

CDM: Era un visionario en muchos aspectos

Carlos Riaño: Sí, incluso en el rol de editor. Con su editorial Triblos y con la colección Máximas Mínimas anticipa a ese editor que dice –quiero hacer libros para niños- porque por la época en que él los hizo, no era tan común el esfuerzo de una editorial independiente que hacía cierto tipo de libros con un cuidado especial de la edición integral.

Tomado de http://davidconsuegra.com/portafolio/las-veintiseis-letras-1964/

CDM: Agradecemos al profesor Carlos Riaño por este abrebocas a su Conferencia Magistral, e invitamos a la comunidad académica y a nuestros lectores en general a conectarse el próximo 25 de junio a las 10:00 am a través del enlace youtu.be/Dfc1nA23SRY.


1. Aunque fue invitado por la Universidad Nacional de Colombia a crear la primera carrera de Diseño Gráfico, primero logra crear la de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Luego entre 1967 y 1982 participa en la reestructuración de la carrera de Diseño Publicitario de la Universidad Nacional de Colombia, que se transformaría en la actual Escuela de Diseño Gráfico.

* Comunicadora Social y periodista. Guionista de TV y escritora